Día Internacional de la Democracia: Entrevista a Carmen Ilizarbe

Este 15 de septiembre conmemoramos el Día Internacional de la Democracia. Este día fue instaurado por la Asamblea General de la ONU en el 2007 y busca promover la reflexión acerca de la importancia de la democracia para garantizar la igualdad, la seguridad y el desarrollo de todos los seres humanos.

En el contexto de este día, conversamos con la investigadora CISEPA, Carmen Ilizarbe, quien nos comparte su reflexión en torno a esta fecha. A continuación, compartimos lo más importante de su entrevista.

¿Qué es/significa la democracia?

Es un concepto complejo, pero quizás mi respuesta más directa sería que la democracia es un sistema de gobierno. Es un sistema de gobierno bastante arraigado en nuestro tiempo con una historia densa que es importante considerar cuando se habla de cada país [...], que plantea en cierta forma el autogobierno. Es decir, la gente se organiza para dar su propia ley y para gobernarse a través de representantes en base a esa ley con la que todos están de acuerdo. [...] Es también el conjunto de características de una sociedad históricamente definidas, pero que siempre están en cambio y que hacen o no posible que ese sistema de gobierno se pueda efectivamente dar. [...] Las posibilidades de la democracia dependen de las posibilidades de una sociedad de afirmar lo que son los requisitos básicos de este sistema de gobierno.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la democracia en el Perú en la actualidad?

Este es un sistema en el que se quiere practicar la igualdad de derechos, la igualdad de oportunidades, buscar el bien común y el bien de toda la sociedad en su conjunto. Entonces, una pregunta importante para cualquier democracia es qué condiciones tiene esta sociedad para asegurar esos elementos de igualdad básica, que aseguran una buena convivencia. Y ahí es donde el Perú tiene grandes problemas, porque históricamente es un país atravesado por brechas de desigualdad, jerarquías muy verticales, formas de segregación, discriminación, sujeción de unos grupos por otros, y eso, aunque en el tiempo republicano señala un vínculo muy fuerte con la forma que la colonia impuso en la sociedad que hoy llamamos el Perú, en realidad antes del tiempo colonial también respondía a estructuras muy jerárquicas, imperiales, de dominación, de sujeción, de subordinación de unos por otros.

¿Cómo influyen las crisis políticas recientes en la percepción y funcionamiento de la democracia en Perú?

El tiempo del proyecto republicano democrático es muy corto todavía para arraigar o reconstruir un sistema que tenga como fundamento el igualitarismo sobre la base de jerarquías que justamente contradicen ese principio. Entonces, ¿cuánto tiempo tomaría o toma desmontar esas lógicas jerárquicas que reproducen la desigualdad y la dominación de unos por otros para implementar un sistema más horizontal e igualitario? Esa creo que es la cuestión de fondo. Si miramos desde esa perspectiva de lo difícil que es construir democracia sobre una estructura de desigualdad, las crisis son momentos de reacomodo de las estructuras sociales y políticas del país. [...] El Perú ha ido atravesando distintos momentos críticos y ahora estamos en uno que yo pienso que es muy grave porque revela las formas en las que nuestra forma de entender el sistema de gobierno, las formas en las que pensamos que se resuelven los conflictos en la sociedad a través del sistema político, han colapsado.

Lo que tenemos es un momento de quiebre, diría yo, y en ese sentido pienso que lo que vivimos ahora no es tanto una crisis, [...] sino un momento de quiebre de una forma de hacer política democrática y casualmente la más larga en toda la historia del Perú.

¿Qué importancia tienen los medios de comunicación y las redes sociales en la promoción o debilitamiento de la democracia en Perú?

No sé si son actores muy nuevos. La publicidad y la comunicación de masas es importante durante todo el siglo XX, ha sido fundamental y su rol en la política durante el siglo XX se ha vuelto crucial. [...] En el tipo de política que hacemos en este tiempo, los medios juegan un rol clave para bien y para mal.

Muchos autores que teorizan la democracia y sus problemas contemporáneos han llamado la atención sobre el peligro que significa que los medios masivos de comunicación respondan a intereses particulares, pero lamentablemente eso es lo que ha pasado. Durante el siglo XX, en la segunda mitad, y muy claramente en este tiempo, lo que vemos son gobiernos presionados por intereses particulares, muchas veces a través de los medios masivos de comunicación que ya no responden tampoco a la idea del derecho a la información de la ciudadanía o el interés colectivo, sino a los intereses particulares de sus accionistas. [...] Entonces, ahí hay un rol crucial que lamentablemente en este tiempo se desempeña mal por actores económicos que han tomado control de los espacios de producción y reproducción y circulación de información. Pero a la vez aparecieron nuevas tecnologías, [...] porque las sociedades también son dinámicas y cambiantes, y se renuevan siempre de alguna forma para escapar a las presiones y a la fuerza de lo político.

La gente encuentra otras formas, otros espacios, se los inventa, y ahora las redes sociales y otros medios alternativos permiten generar discursos distintos. Pero eso no cancela el hecho de que no tenemos espacios de discusión o de debate igualitario. Son como pisos inclinados, desiguales. Alguna gente tiene opiniones que valen más, [...] y otros tienen que andar un poco más subterráneos o, digamos, si sus opiniones o sus posiciones son discrepantes, son maltratados, abusados e incluso en las circunstancias en las que estamos en el Perú, asesinados en las calles por el propio gobierno.

¿Por qué es importante defender la democracia y qué acciones pueden tomar los ciudadanos para defenderla?

Bueno, yo no estoy segura que hay que defender lo que tenemos como está. No, más bien, soy de las que piensan que la democracia es un sistema que permite su autorrenovación. Las constituciones democráticas, todas, tienen cláusulas que permiten la renovación por la vía del cuestionamiento, la deliberación y la transformación de las leyes. [...] El problema que tenemos en el Perú es que hay una serie de cosas que se han desajustado, que funcionan mal y en este momento un Congreso que no tiene ninguna representatividad viene alterando la constitución de manera sistemática en beneficio de intereses privados y particulares y en contra de los intereses de una sociedad que no le otorga legitimidad. Eso es lo que tenemos ahora operando. [...] Entonces, yo no creo que hay que defender este tipo de desordenamiento institucional por vías ilegítimas, sin discusión, sin deliberación, para nada. Más bien, creo que hay que recordar que en democracia la transformación es siempre una posibilidad.

Ese es el momento crítico en el que estamos en el Perú. Entonces, yo no creo que hay que seguir defendiendo lo que tenemos, hay que recuperar nuestra conciencia de lo que son los principios democráticos y como comunidad, como sociedad, abrir los espacios necesarios para que colectivamente empujemos un proceso de transformación de nuestro sistema político para redemocratizarlo, para recuperar la dimensión democrática en nuestra política.

¿Cuál es el papel de los y las jóvenes en la construcción y el mantenimiento de una democracia sólida en Perú?

La juventud es importante siempre porque la juventud es la renovación de una comunidad política. [...] Todos los días nacen un montón de personas que progresivamente se integran a la sociedad y a la comunidad política y estas nuevas personas inevitablemente, aun si uno intentara hacer lo contrario, traen nuevas ideas, nuevas percepciones del mundo.

Entonces la juventud representa el mundo cambiante, innovación, pero no es el único grupo que está en la sociedad. Es importante porque representa el cambio como posibilidad, pero necesariamente tiene que tomar en cuenta también que se inscribe en un mundo con una historia compleja, densa y larga. [...] Yo no pienso que la juventud por sí misma salvará y cambiará todo. Pienso que son fundamentales para impulsar un cambio, pero impulsarlo responsablemente es entender qué se está tratando de cambiar, qué cosa había antes, aprender del pasado. Y entonces necesitamos estudiar y conocer nuestra historia. [...] La juventud tiene que hacerse cargo de no repetir los errores de las generaciones inmediatamente anteriores. Aprender, por ejemplo, a no repetir los errores de mi generación.

¿Qué mensaje o reflexión final le gustaría dejar con motivo del Día Internacional de la Democracia?

Pienso que la democracia es un sistema muy exigente. [...] Hay cuestiones económicas que atender, restricciones por diseño institucional, hacer realidad la participación ciudadana, y todo exige altos niveles de información de la ciudadanía, de la sociedad, de mantenerse informados, de trabajar en función de una representación que sea efectiva, de pedir rendiciones de cuentas, no solamente de votar y elegir, que es como solemos pensar que se puede hacer una diferencia. [...] [La democracia] se juega cada día en la definición de la agenda pública, en la fiscalización de las instituciones y tiene que sostenerse en la construcción de alternativas propias.

El ciclo del experimento democrático de los últimos 25 años parece cerrarse ahora, dramáticamente incluso, con la muerte esta semana de Alberto Fujimori, el expresidente elegido democráticamente para sacar al país de un contexto durísimo de guerra interna, de crisis económica e hiperinflación, que rápidamente se convierte en un dictador, es responsable de gravísimas violaciones de los derechos humanos, de una crisis económica que dejó también hundido al país y además del robo millonario de las arcas del Estado. Pero además Fujimori representa una transformación radical, silenciosa y autoritaria del país. Porque él es el fundador del neoliberalismo en el Perú y el iniciador de un modelo de democracia sometida a un modelo económico neoliberal que en el Perú se plasma como extractivista, y que está colapsando en este momento. Entonces, es muy sintomático este momento en el que debieran surgir más bien nuevas alternativas, nuevas opciones distintas de estas jerárquicas, dictatoriales y corruptas que han caracterizado las etapas anteriores, lamentablemente. Es un buen momento para preguntarse por las bases de esas posibles alternativas.